/0/16304/coverbig.jpg?v=1af157e86ad226580b4de8533906ea16)
Joaquín
-No tienes que agradecerme, Samuel -le dije, apretando un poco su hombro. -La familia está para esto. Y, además, ya que vamos a cubrirnos las espaldas, quizás tú también puedas ayudarme a mí en algún momento.
Sus ojos se iluminaron con alegría y una pizca de picardía.
-¿Ayudarte a ti? -preguntó, esbozando una sonrisa traviesa. -¿Con la
COPYRIGHT(©) 2022