Sentía el corazón en mi garganta. Podía sentir el latir de este golpeando con fuerza en mi pecho también. Mientras tenía la espalda apoyada en la fría pared y mi mano tocando mi cuello apenas rozándolo con mis dedos por miedo a volver a sentir esa sensación de asfixia y dolor. Por un momento incluso temí tragar saliva y volví a sentir que colapsarí