Seguía sin recibir noticias de aquel plan del que Nate me había hablado. En realidad, no sabía mucho, siquiera me dijo lo que era realmente, pero me dijo que era un plan para acabar con todo. Habían pasados tres días desde que no lo había visto, desde aquella discusión en la que solo dije la verdad: nos iban a matar a todos.
Tres días tuve que es