Chapter 50
Los gritos llegaban hasta Gawain, que permanecía en el sendero, mirando los restos del íncubo de Merlín y sujetando con fuerza las riendas de los asustados caballos. Los gritos humanos y los de los habitantes del bosque, árboles gigantescos que gemían y sollozaban entre el viento.
Sonrió, una sonrisa lúgubre. Cai y Ena le estaban tirand
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