Me despertó al amanecer. Todavía estaba muy cansada y la miré casi sin poder abrir los ojos. Me indicó con el dedo sobre los labios que no hiciera ruido.
-Sssh. Viene a pescar al estanque. Tienes que conocer a tu adversario.
Me llevó hasta la puerta oriental y señaló hacia el huerto. Me quedé asombrada. Resultaba duro mirarlo. Del estómago le par
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