-Un puesto? –preguntó enojado, la tomó de la cintura y la empujó en la pared.
- ¿Solamente sabe hacer eso para parecer amenazador? –cuestionó y el levantó los ojos sorprendidos.
-Jamás... hice esto con usted. NO podría.. –susurró con voz queda, y ella vio un destello de lágrimas en los ojos de su amado. Pero en un pestañeo, su psotura fría volvió.