- ¿Cómo lo sabes? –comentó y mordí mis labios –cierto, me seguías...
-Así es. Hasta que me dijiste que no lo hiciera –comente y saqué el termómetro –tiene la temperatura normal.
-No volveré a verla –comentó y volvió a llorar, le di un fuerte abrazo y me acosté asu lado –duele mucho... y papá... debe estar destrozado –comentó con dolor y suspiré.
-A