Alexa.
Me sentí furiosa. Mi enojo, no menguaba con el paso de los días; Sin embargo, sentía más rabia hacia el idiota de mi ex.
-¡Te odio! –grité mirando la ventana. Lo detestaba, no podía soportar su presencia. Mordí mis labios, para girarme y al hacerlo frente a mí me observaba curioso, Mateo.
-Quería invitarte a desayunar pero... no quiero ser g