Lucía no podía dejar de pensar en las palabras de Maximus. Estaba atrapada entre dos mundos, entre dos realidades. Una parte de ella quería creer que había una salida, que aún podían detener a Donovan Black, que la verdad era alcanzable. Pero otra parte, la más oscura, temía que todo lo que les quedaba por hacer solo los llevara a una espiral de de