El sonido de los tacones de Lucía resonaba en el vestíbulo del edificio donde Eliseo la había citado. La atmósfera estaba cargada, densa, como si cada paso la acercara más a un abismo del cual no podía retroceder. La luz de las lámparas era fría y blanca, desprovista de calidez, y cada rincón parecía ocultar una historia oscura. Sus pensamientos co