Capítulo 5 Alianzas Inesperadas

La ciudad despertaba lentamente bajo un cielo gris. Las nubes prometían una tormenta, pero en la oficina de Lucía Estrada, la atmósfera ya era eléctrica. Frente a su escritorio, Alejandro Valverde se mantenía de pie, observando las grabaciones que Lucía había obtenido del restaurante. La evidencia era clara: alguien estaba manipulando la realidad para enfrentar a dos de los empresarios más poderosos de la ciudad.

-Esto es... impresionante -dijo Alejandro finalmente, dejando el video en pausa-. Tengo que admitir que no esperaba algo tan elaborado.

-Ni yo -respondió Lucía, cruzando los brazos mientras lo observaba-. Pero aquí estamos, siendo piezas de un juego que no hemos elegido.

Alejandro se volvió hacia ella, con el rostro serio.

-Si esto es cierto, significa que el verdadero enemigo está oculto. Alguien que nos conoce lo suficiente como para saber cómo presionarnos.

Lucía asintió.

-Y alguien que tiene los recursos para hacerlo. Las conexiones, el dinero, la influencia... Esto no es obra de un simple competidor.

Alejandro se acercó al ventanal, mirando la ciudad con una expresión pensativa.

-Necesitamos más información. Estas grabaciones son un buen punto de partida, pero no son suficientes para señalar a nadie en particular.

Lucía tomó asiento y lo miró fijamente.

-¿Estás sugiriendo que trabajemos juntos?

Él giró lentamente hacia ella, una ligera sonrisa curvando sus labios.

-¿Por qué no? Por ahora, nuestros intereses están alineados. Encontrar a quien esté detrás de esto es prioridad para ambos.

Lucía apretó los labios, sopesando la propuesta. Trabajar con Alejandro Valverde era lo último que hubiera imaginado, pero la situación requería medidas extremas.

-De acuerdo -dijo finalmente-, pero pongamos algo en claro. Esto es una alianza temporal. Cuando resolvamos esto, volvemos a ser rivales.

Alejandro inclinó la cabeza, aceptando las condiciones.

-Hecho.

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Horas después, ambos estaban en una sala de conferencias, rodeados de documentos y pantallas con datos relevantes. Ana y Gabriel, los asistentes de ambos, habían sido convocados para ayudar en la investigación.

-Primero, analicemos los patrones -dijo Lucía, señalando una pantalla que mostraba una línea de tiempo-. Los rumores sobre mi empresa comenzaron hace una semana, al mismo tiempo que las reuniones de TechnoLine contigo.

-Y no olvidemos los mensajes crípticos -añadió Alejandro-. Ambos los hemos recibido, lo que significa que no se trata solo de una campaña de desprestigio. Esto es personal.

Ana, quien había estado revisando los artículos que atacaban a Estrada Enterprises, levantó la mano.

-Encontré algo interesante. La mayoría de los medios que publicaron los rumores tienen vínculos con una agencia de relaciones públicas llamada NovaMedia.

Gabriel frunció el ceño.

-NovaMedia... ese nombre me suena. Creo que manejaron la campaña de una empresa rival de Valverde Corp hace unos años.

-¿Qué empresa? -preguntó Alejandro.

-Anders Global -respondió Gabriel, revisando sus notas-. Aunque desaparecieron del mercado poco después.

Lucía intercambió una mirada significativa con Alejandro.

-Esto se está complicando. Si NovaMedia está involucrada, significa que quien sea que esté detrás tiene acceso a recursos muy bien conectados.

Alejandro asintió.

-Podemos empezar por ahí. Tengo contactos que podrían ayudarnos a investigar a fondo.

Lucía levantó una ceja.

-¿Y cómo sabemos que no están vinculados con esto también?

Él la miró con una sonrisa tranquila.

-Porque sé cómo asegurarme de que no me mientan.

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Esa noche, Alejandro convocó a Sebastián, el investigador privado, a su penthouse. Lucía decidió acompañarlo, insistiendo en que quería estar al tanto de todos los movimientos. Cuando Sebastián llegó, llevaba consigo un sobre grueso y una mirada cargada de seriedad.

-Esto es lo que he encontrado hasta ahora -dijo, colocando el sobre sobre la mesa-. NovaMedia tiene un historial interesante. Aunque operan como una agencia legítima, han estado involucrados en varios casos de manipulación mediática y campañas de desprestigio.

-Eso ya lo sabemos -dijo Lucía, revisando los documentos rápidamente-. Lo que queremos es un nombre.

Sebastián asintió.

-Paciencia, señorita Estrada. El problema con NovaMedia es que rara vez trabajan directamente con sus clientes. Siempre hay intermediarios. Sin embargo, logré rastrear un pago reciente que recibieron de una empresa llamada Orion Ventures.

Lucía y Alejandro intercambiaron una mirada.

-Orion Ventures... -repitió Alejandro, pensativo-. Es una empresa de inversión, pero no es muy conocida.

-Exacto -continuó Sebastián-. Lo que la hace sospechosa es que apenas tiene un historial financiero público. Parece más una fachada que una empresa real.

Lucía cerró el sobre con un suspiro.

-Entonces, tenemos que descubrir quién está detrás de Orion Ventures.

-Ya estoy trabajando en eso -respondió Sebastián-. Pero esto llevará tiempo.

Alejandro lo despidió con un apretón de manos y cerró la puerta detrás de él. Al girarse hacia Lucía, la encontró observándolo con una mezcla de curiosidad y cautela.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo me sorprende verte tan... colaborativo -respondió ella.

Alejandro sonrió.

-No te acostumbres. Esto no significa que vaya a dejarte ganar cuando todo esto termine.

Lucía rió suavemente.

-Tranquilo. Lo mismo va para ti.

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Mientras la investigación continuaba, ambos comenzaron a notar algo extraño. Parecía que cada pista los llevaba de vuelta al mismo lugar: sus propias empresas. Orion Ventures tenía conexiones con proyectos antiguos tanto de Valverde Corp como de Estrada Enterprises, aunque no era evidente cómo o por qué.

-Esto no tiene sentido -dijo Lucía una noche, mientras revisaban los datos juntos en el despacho de Alejandro-. ¿Por qué alguien usaría nuestras propias empresas contra nosotros?

-Quizás la pregunta no sea "por qué", sino "quién" -respondió Alejandro, recostándose en su silla-. Alguien con acceso interno podría estar manipulando todo desde dentro.

-¿Un traidor? -preguntó Lucía, levantando la vista.

Alejandro asintió lentamente.

-Es posible. Y si es así, tenemos un problema mucho mayor de lo que pensábamos.

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El giro más inquietante llegó al día siguiente, cuando Ana encontró un correo electrónico sospechoso en los servidores de Estrada Enterprises. El remitente era un empleado de bajo nivel, pero el destinatario era NovaMedia. El contenido del mensaje era críptico, pero claramente hacía referencia a información interna de la empresa.

-Esto confirma nuestras sospechas -dijo Lucía, mostrando el correo a Alejandro-. Hay alguien dentro de mi empresa que está trabajando con ellos.

-Y si lo hay en la tuya, es probable que también haya uno en la mía -respondió él, con el rostro endurecido-. Tenemos que actuar rápido antes de que causen más daño.

Lucía asintió.

-Esto no es solo un juego de negocios, Alejandro. Esto es guerra.

Y por primera vez, ambos estaban completamente de acuerdo.