La lluvia había cesado, pero el ambiente seguía denso. Lucía y Alejandro conducían en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, mientras el coche avanzaba por las oscuras calles de la ciudad. La cita con Eliseo estaba cerca, y a pesar de la firmeza en su voz, Lucía no podía evitar sentir que algo no estaba bien. Su mente repasaba una y otra ve