La mañana se filtraba por las rendijas de las persianas, dejando una franja de luz que iluminaba la habitación de Lucía. A lo lejos, los ruidos de la ciudad comenzaban a levantarse, pero ella se mantenía en silencio, mirando al frente, como si todo el bullicio que la rodeaba no pudiera alcanzarla. Su mente estaba completamente absorbida por lo que