La sala estaba en penumbra, iluminada solo por la tenue luz de las pantallas que mostraban las imágenes de Maximus y Ávila. El aire estaba cargado de tensión, cada miembro del equipo sabía que la evidencia en sus manos era explosiva, pero también un arma de doble filo.
-Esto es suficiente para implicarlos -dijo Alejandro, rompiendo el silencio, mie