El aire en la habitación parecía espeso, pesado con la tensión de los tres presentes. Lucía mantenía la mirada fija en Eliseo, con los ojos entrecerrados, observando cada cambio en su expresión. Por su parte, Alejandro, que se encontraba al lado de Lucía, también percibía el giro en la situación. Algo había cambiado en la atmósfera desde que Eliseo